El puerto de Barcelona, situado estratégicamente en la costa mediterránea, desempeña un papel crucial en la economía catalana y española. Como principal hub logístico de la región, es un motor de crecimiento económico y un punto neurálgico para el comercio internacional. Entrevistas con el presidente de la autoridad portuaria y la directora comercial.
Un centro logístico de primer nivel
El puerto de Barcelona es el primer puerto español en términos de valor de mercancías. Cada año gestiona aproximadamente 118.142 millones de euros en mercancías y maneja 71 millones de toneladas de tráfico total. Estas cifras impresionantes subrayan su importancia en el comercio marítimo español, representando el 23 % del total del comercio marítimo del país.
Impacto económico y empleo
El puerto de Barcelona genera una actividad económica significativa, creando 38.221 empleos directos e indirectos. Además, alberga a más de 500 empresas que se benefician de sus infraestructuras y servicios.
Por cada 100 euros de ingresos generados en el puerto, se crean 58 euros adicionales para el resto de la economía.
“La relación entre los puertos y las ciudades siempre es compleja, es una relación de amor y odio. Nuestro rol, como autoridad portuaria, es abrir gradualmente el puerto a la ciudad, explicando la importancia del puerto para la economía, para la industria, para que cada día la gente pueda encontrar productos en los supermercados“, explica Luis Salvado, presidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona.
Desarrollo e innovación
El puerto no se conforma con sus éxitos actuales y busca aumentar aún más su competitividad. El plan estratégico 2021-2025 prevé incrementar el valor del comercio exterior y del cabotaje que pasa por el puerto a 70.000 millones de euros para el año 2025.
Para alcanzar este objetivo, el puerto apuesta por la diversificación de sus actividades, la innovación tecnológica y el desarrollo de nuevas infraestructuras.
Diversificación de actividades
El puerto de Barcelona busca diversificar sus actividades para añadir valor a su oferta de servicios. Esto incluye el desarrollo de la logística avanzada, la electrificación y la producción de energías renovables, así como la promoción de nuevas actividades en el sector automotriz. Además, el puerto se posiciona como un hub ferroviario-marítimo a nivel europeo y peninsular, reforzando su papel en el transporte intermodal.
El puerto de Barcelona es mucho más que un simple punto de paso para las mercancías. Es un actor clave en la economía catalana y española, contribuyendo de manera significativa a la creación de riqueza y empleo. Con sus ambiciosos planes para el futuro, seguirá desempeñando un papel central en el desarrollo económico de la región.